\v 14 Cuando un hombre separe su casa como un regalo santo al SEÑOR, entonces el sacerdote pondrá su valor como bueno o como malo. Cualquier valor que le ponga el sacerdote, eso será. \v 15 Pero si el dueño que separó su casa desea redimirla, él debe añadir un quinto de su valor a su precio de redención, y le pertenecerá a él.