es-419_rom_text_udb/09/03.txt

Yo personalmente estaré dispuesto a dejar que Dios me maldiga y, me mantenga aparte de Cristo si eso le ayudará  a mis queridos Israelita, mi    procedencia natural, para creer en Cristo. Ellos, como yo, son Israelitas. Ellos están entre aquellos quienes Dios escogió para ser descendientes de Jacob. Dios siempre los ha considerado para ser sus hijos. Fue a sus ancestros a quienes Él le enseñó lo poderoso que es Él. Fue a ellos con quienes Él hizo pactos varias veces. Fue a ellos a quienes Él le dio la Ley en el Monte Sinaí. Ellos fueron los únicos a quienes Dios le permitió que le adorarán. Ellos eran los únicos a quienes Dios le prometió muchas cosas, especialmente de que Cristo iba a venir de su raza. Fueron nuestros ancestros, Abraham, Isaac y Jacob, a quienes Dios escogió para ser su nación. Y, lo más importante, fue de nosotros Israelitas que Cristo nació como un ser humano. ¡Él es Dios, el único quien es digno que nosotros alabemos por siempre! ¡Esto es cierto!