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Quizás uno de ustedes puede decirme: "Porque Dios determina antes de tiempo todo lo que la gente hace, esto también implica que Él quiere que nosotros pequemos. ¡Nadie ha resistido lo que Dios ha deseado! Por lo tanto, no es justo que Dios castige a aquellos que pecan." Yo voy a contestar: " ¡Ustedes son solo un ser humano, así que ustedes no tienen derecho en criticar a Dios! Él es como un hombre que hace parcelas de arcillas. Una arcilla no tiene derecho de preguntarle a su creador, '¿Por qué me hicistes así?' En cambio, el arcilleros ciertamente tiene el derecho de tomar un terrón de arcilla y usar parte de ello para hacer una parcela hermosa que las personas tienen gran valor- y luego usa el resto del terrón para una parcella que alguien usará algún día. Ciertamente Dios tiene el mismo derecho.