Ellos no pudieron, porque ellos intentaron hacer las cosas para complacer a Dios. Ellos rechazaron confiar en Él para que Él los perdonara. Ellos rechazaron en creer en Cristo, así que ellos permanecieron aparte de Dios. Esto es lo que el profeta dijo que iba a pasar: "¡ESCUCHEN! ESTOY COLOCANDO EN ISRAEL AQUEL QUIEN ES COMO UNA PIEDRA EN CUAL LAS PERSONAS VAN A TROPEZAR. LO QUE ÉL HAGA PONDRÁ A LAS PERSONAS MUY ENOJADAS. SIN EMBARGO, AQUELLOS QUIENES CREAN EN ÉL NO SERÁN AVERGONZADOS."