\v 3 Así que, sigue recordando el mensaje de Dios y la verdad que aceptaste cuando la escuchaste. Obedécela siempre y aléjate de tu comportamiento pecaminoso. Si no haces esto, iré hacia ti cuando menos te lo esperes, como viene el ladrón. Nunca sabrás a qué hora vendré a juzgarte. \v 4 No obstante, tienes algunos creyentes en la ciudad de Sardis, que no han estado haciendo lo que es malo. Es como si no hubieran ensuciado sus vestiduras. Como resultado, porque son merecedores de vivir conmigo, vivirán conmigo y serán puros en toda manera, como la gente que esta vestida en vestiduras puras y blancas.