\v 3 Entonces aquel que se parecía a una oveja abrió el segundo sello y escuché a la segunda criatura viviente decir, "¡Ven!" \v 4 Al decir esto apareció un caballo rojo. Allí también había alguien montadolo, a quien Dios le había dado el poder de causar que las personas dejaran de vivir en paz y que se mataran entre si. Por esta razón él cargaba con una espada grande.